La correcta gestión de residuos generados es “obligación y responsabilidad” del titular

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Madrid, 7 de diciembre de 2017. Son muchos y variados los residuos que pueden acumularse en una oficina de farmacia. Algunos de ellos provienen de fuera del establecimiento, como es el caso de los restos de envases de medicamentos que los ciudadanos depositan en el punto Sigre o si la botica cuenta con otros contenedores para reciclar pilas, fluorescentes, etc. Los generados de puertas para adentro pueden ser de tipo urbano (papel, plástico, etc.) o ligados a la propia actividad profesional y que la legislación califica de “peligrosos”.

Los residuos peligrosos pueden ser aquellos residuos cortantes y punzantes con restos orgánicos (residuos biosanitarios) generados en actividades de determinación de parámetros bioquímicos —glucosa, colesterol, etc.— u otros de carácter químico procedentes de las actividades de formulación magistral. Respecto a los considerados “peligrosos”, la correcta gestión de los mismos se convierte para el titular en obligación y responsabilidad.

“La normativa indica que la farmacia debe contratar dicha gestión con un proveedor externo; es decir, un gestor de residuos debidamente autorizado por la Consejería de Medio Ambiente regional”, se apunta a EG desde el Departamento de Consultoría Farmacéutica de COFM Servicios 31, la sociedad mercantil del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid.

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