Madrid, 30 de marzo 2018. En algún momento de la vida laboral del titular de la oficina de farmacia -jubilación, disolución de una comunidad de bienes, liquidación de la sociedad de gananciales, etc.- va a necesitar conocer cuál es el valor que puede alcanzar en el mercado lo que suele ser su principal activo patrimonial: la botica. También necesitará este dato el farmacéutico que quiera adquirir una oficina de farmacia. «Será recomendable que alguien le presente cuentas, lo más objetivas posible, para que sepa cuál es la rentabilidad real del bien que desea adquirir y si, en las condiciones que ha previsto, la inversión es viable», explica Leopoldo Agraz , profesor de Legislación y Gestión Farmacéutica de la Universidad CEU San Pablo (Madrid).
Respecto al precio más adecuado, Agraz dice que no se puede considerar un precio medio en la venta de una oficina, «pues para ello habría que tener en cuenta un número muy alto de transacciones, ya que en caso contrario el error sería muy alto». Pero a pesar de ello, el criterio preponderante a la hora de adquirir o vender una oficina de farmacia «es el beneficio económico del negocio que la sustenta«, apunta.
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